lunes, 14 de septiembre de 2009

No se puede pensar por dos, no se puede vivir intentando saber lo que pasa por la cabeza de otra persona cuando ni siquiera algunas veces sabemos lo que pasa por la propia, como mucho se puede intuir con el riesgo que esto conlleva –equivocarse- pero no se puede, es imposible saberlo con exactitud. Y si es así, entonces por qué caemos una y otra vez en los “y si” o los “a lo mejor es que”, solo sirven para la desesperación más absoluta…


y para quedarte una vez más con la cara de no saber que esperan de ti.

1 comentario:

María dijo...

Y ni siquiera saber que más hacer.odio que en está vida haya que darle mil vueltas a la cabeza para no llegar a ningún lado