Peor que las alergias, la flojera, los resfriados o las tormentas, el peligro más grande que trae la primavera son las limpiezas hogareñas, lo juro, esa fiebre repentina que se cuela en toda casa de vecino conforme empieza asomar el mes de Abril en el calendario, por querer limpiar, ordenar y hasta si se tercia pintar no son buenas para la salud mental de nadie.
Es tiempo de meter mano a esos “agujeros negros” que hay todas las casas para que broten los cuadernos garabateados con arte rupestre de cuando uno era aun una criaturita y andaba por esos colegios de dios, junto a esa rebequita con la que estaba tan mono (mi madre dixit), amén de alguna que otra foto que con razón estaba bien perdida.
Así que señores aguanten como buenamente puedan que ya pronto llegan los calores y se cura este síndrome.
