martes, 14 de abril de 2009

Siberia

En 1945 un antiguo teniente del ejército alemán fue condenado a 25 años de trabajos forzados en Siberia. Escapó de prisión y vagó a pie durante tres años por todo el desierto helado de la tundra siberiana en las condiciones más duras que se pueden imaginar. En todo ese tiempo se colocaba una bala en una mano y cada mil pasos que recorría se la cambiaba a la otra. Sobrevivió y después de recorrer más de 14000 kms consiguió salir de la Unión Soviética y llegar a su casa.

…estoy buscando mis mil pasos y mi bala, mi Siberia ya la tengo.

4 comentarios:

Ophelia dijo...

una bala? y para qué?

manolito dijo...

Para cambiarmela de mano :P

El protagonista de esa historia solo pensaba en dar mil pasos para cambiarsela de mano, era su objetivo más inmediato, para qué pensar en salir de Siberia, si puede que nunca lo lograra...

Rapunzel dijo...

Recursos de supervivencia. Mejor un objetivo a corto plazo realizable, que un objetivo a largo plazo quizás irrealizable.
Maniobras de subsistencia en el mundo :)

Ophelia dijo...

seré espesa... era la motivación suya...